El origen de las gyozas proviene de la gastronomía china, y su receta es muy similar a las empanadillas chinas jiaozi. Todo indica a que los japoneses, durante la Segunda Guerra Mundial, acudieron a Manchuria y allí degustaron los jiaozi. A los soldados les gustó tanto este plato que buscaron la manera de encontrar la receta y llevársela a Japón. Finalmente, le dieron su toque personal en el país nipón y así nacieron las gyozas.
La principal diferencia entre las jiaozi y las gyozas es la masa. Las «empanadillas» japonesas están envueltas por una masa más fina. Además, el relleno de las gyozas, está más triturado que el de las jiaozi.
Los japoneses tienen la costumbre de comerlas antes del año nuevo, como ritual para atraer a la buena suerte de cara al próximo año. Normalmente las comen como plato principal o como guarnición de otros platos.
Diferentes maneras de cocinar las gyozas
Principalmente se pueden cocinar las gyozas de tres maneras, que además se llaman de diferente manera: las Yaki gyozas, que primero se fríen y posteriormente se hierven. Las Sui gyozas solamente se hierven y este tipo de gyozas son las más difíciles de encontrar en los restaurantes europeos. Normalmente se pueden degustar en establecimientos muy especializados. Por su parte, las Age gyozas, úvicamente se fríen, y tal y como con las Sui gyozas, los restaurantes especializados son los que las ofrecen a sus clientes.
Por su parte, el relleno es muy diverso, aunque los ingredientes habituales son los siguientes: pollo, col, cebolleta y shiitake. Aunque también se le puede añadir, verduras, cerdo, ternera… Incluso también has hay dulces.
Las gyozas conquistaron Europa
Las gyozas traspasaron fronteras y ahora están de moda en Europa también. Es habitual poder pedir unas gyozas en diferentes restaurantes europeos. Cada vez están más asentadas en occidente.
En Malabar, nuestras gyozas son de pollo y cerdo, y van acompañadas de una salsa asiática. Pertenecen a la familia «Street Food» y es uno de los platos más pedidos por nuestros clientes. Y no es para menos, porque están sabrosas y deliciosas.
Seguramente, tras leer este artículo tengas ganas de probarlas o de volverlas a comer, por lo que te recomendamos es que vengas a Malabar a disfrutar del mejor ambiente y degustar este delicioso plato japonés.